Acompañamiento y atención a migrantes reduce la trata de personas en la Ruta Caminante Arauca-Yopal

2022-08-19-08:04:42 794

Según las estadísticas de Migración Colombia, a corte del 28 de febrero de 2022 más de 2´477.000 ciudadanos venezolanos se encuentran viviendo en Colombia y en los seis meses anteriores se ha tenido un crecimiento del 34% en número de venezolanos que han llegado al país, entre ellos el porcentaje de niños, niñas y adolescentes son del 15% del total, esto se traduce a que más de 600 mil habitan actualmente en el país.

El departamento de Arauca comparte 326 km de frontera con Venezuela, debido a su extensión cuenta con 54 puntos de paso informales por donde transita la mayoría de los migrantes, gran parte de los que migran de Venezuela a Colombia caminan durante más de 300 millas. Debido a que los viajeros solo toman lo que pueden llevar, sufren necesidades básicas ya que la mayoría de recursos son limitados y la única salida es ir a pie, también a los climas extremos, los pandilleros, narcotraficantes, secuestradores y traficantes que se pueden encontrar en el camino, el cual consiste en carreteras estrechas y sinuosas, subiendo y bajando puertos de montaña.

 Existen varias rutas para las personas migrantes, por ejemplo, por Norte de Santander, La Guajira, el Pacífico, e incluso para llegar a Norteamérica deben pasar por Panamá y recorrer gran parte de Colombia. Así pues, una de las tantas rutas cruzadas por cientos de personas es el camino Arauca-Yopal, uno de los trayectos en donde la ONG Bethany Christian Services ha establecido sitios de descanso estratégicamente para ofrecer ayuda, los puntos de atención son el terminal de la capital de Arauca, la “Y” de la Antioqueña, en el terminal de transporte de Tame, en el Puerto San Salvador y en la ciudad de Yopal. En cada sitio ofrecen asistencia de primeros auxilios físicos y psicológicos, proveen a los caminantes de artículos de primera necesidad, un teléfono para hacer llamadas a familiares y asistencia legal.

 La ONG trabaja de manera articulada con las instituciones locales y organizaciones de cooperación internacional, con el objetivo de atender las necesidades y proteger a los niños, niñas, adolescentes, jóvenes y familias en situación de vulnerabilidad, además de brindar un entorno seguro. Por ejemplo, en la “Y” Antioqueña los trabajadores sociales realizan un acompañamiento en los traslados de los niños y niñas al ICBF, en una medida de protección con traslado a un hogar sustituto. También en el Puerto San Salvador, en el municipio de Tame, el equipo de profesionales de la organización ofrece servicios de orientación, información, gestión de caso y apoyo psicosocial.

 Los profesionales que trabajan para la ONG, en la ruta Arauca-Yopal están capacitados para identificar a los caminantes en apuros, ellos atienden a aquellos que resisten física, mental o emocionalmente. Especialmente en casos de trata de personas, realizan registros y preguntas para llegar a la conclusión de si los acompañantes de los menores que llegan a buscar refugio no son verdaderamente sus familiares, ya que puede suceder que los apellidos que refieren ambas personas no coincidan, para tal caso deben ser confirmadas sus identidades y la intervención es inmediata, ya que cerca del 50% de los menores migrantes no están acompañados por sus padres en la ruta, esto los convierte en un blanco fácil de las redes de trata de personas.

 Sobre esto, Luz Alcira Granada, directora país de Bethany Christian Services en Colombia, añade que “Bethany trabaja con herramientas de gestión y seguridad en el acompañamiento asistido, haciendo presencia en cada proceso de migración, es decir, hasta la etapa en la que el beneficiario se encuentre estable. Prevé la trata de personas y articula redes de apoyo para promover espacios de acogida para niños, niñas, adolescentes y familias.

 La Ruta de Caminantes da la bienvenida a aproximadamente 1,000 personas por día; cuando llegan al lugar de descanso son recibidos por nuestros profesionales, ellos les brindan un plato de comida caliente, la posibilidad de darse un baño y alojamiento temporal”.

 Las oficinas y agencias de migración del estado colombiano señalan que no cuentan con los recursos suficientes para atender a toda la población migrante, lo cual resulta preocupante, es por esto que Bethany ayuda a resolver este tipo de problemáticas, ya sea promoviendo la integración familiar, creando entornos lúdicos y de entretenimiento para los menores y brindando un apoyo efectivo a quienes sufren mayor vulnerabilidad, todo lo anterior permite construir entornos más sanos y seguros para que ningún niño o niña siga siendo víctima de este fenómeno.