SE AHOGAN CULTIVOS POR OLA DE LLUVIAS…

2021-05-05-09:42:54 662

¿Habrá inundaciones que duren cien años y campesinos que las resistan? El flagelo de las aguas desbordadas empezó con la misma colonización del Sarare cuando comenzó la devastación de sus selvas, la invasión de colonos invitados torpemente por el gobierno nacional de la década de los 60 a poblar las selvas del Arauca.

En aquellos tiempos según familiares de los primeros colonizadores la naturaleza con sus espesos y tranquilos bosques, guardaba un equilibrio coherente con las temporadas de invierno y verano, sin afectar fauna y flora.

 La vegetación que crecía en la extensa área, bañada por ríos, caños y adornada por esos esteros que mencionó el libertador Bolívar, hacían de la Arauca, agreste e indómita una espesa selva llena de sosiego con su respectivo sistema ecológico en todo su equilibrio.

 La llegada de miles y miles de colonos de cualquier rincón del país, ignorantes de preservación de flora y fauna, rompió la armonía natural, contribuyó a la desertización de las riberas, destruyó ricas plantaciones de guadua que tenían a su cargo el manejo de las inundaciones y destrozó sin piedad las especies nativas, especialmente las madereras centenarias que cayeron a merced de los verdugos implacables.

 Ahí comenzó la muerte lenta de la lozana belleza natural de un Departamento que nació pobre y abandonado como un espacio veredal de Boyacá, sin vías dignas de acceso y con labriegos que izaron el pabellón nacional en medio del arboricidio que provocaron por orden presidencial.

 Este fue el principio del fin para un sistema ecológico que, al acabar la flora para convertirlo en extensos potreros y zonas de cultivo, llevó a los miles y miles de colonos a vivir ahora las vicisitudes que ellos mismos crearon y que hoy en día son su flagelo año tras año.

 Esa transformación negativa la espesa llanura, cargada de flora y fauna llegó a un punto tal que trastornó la zona de frontera haciendo cambiar de manera azarada el curso del río Arauca.

 Este año, como en los 32 anteriores, los campesinos vuelven a sufrir los impactos de las avalanchas del Arauca y otros lechos que vienen de la Sierra Nevada del Cocuy, pero el año entrante, esta historia volverá a repetirse.